lunes, 12 de enero de 2009

La tecnología ayuda a los niños a mejorar sus notas y sus conocimientos

El uso de las tecnologías en la educación de niños de 3 años mejora sus calificaciones, el conocimiento de la materias y reduce el tiempo dedicado a las explicaciones por los maestros, según un estudio realizado durante tres meses a un grupo de parvularios.La experiencia, desarrollada en la escuela La Salle de Barcelona, ha analizado la evolución de 52 niños, de los que la mitad cambiaron los útiles tradicionales de aprendizaje por ordenadores portátiles con acceso a Internet, pizarras digitales interactivas, un proyector y un software educativo de matemáticas.

Entre sus principales resultados, destaca que el 84,6 por ciento de los alumnos que usaron pizarras digitales (tablets PC) acabaron la evaluación del trimestre con una puntuación de notable frente al casi 58 por ciento de los niños de la clase ordinaria.

Además, "el nivel de superación y evolución personal de cada niño durante el trimestre fue más evidente en los alumnos que emplearon herramientas tecnológicas", explica hoy en una nota la escuela La Salle y Toshiba, empresa que suministra el material informático para esta iniciativa.
El informe plantea otras ventajas, como el impacto de las tecnologías en una mayor eficacia de las clases.

Así, los niños con ordenadores portátiles realizaron cuatro veces más ejercicios y, a su vez, los profesores redujeron a la mitad el tiempo de explicación y de corrección.

Fuente: El correo digital.

1 comentario:

  1. He leído esta noticia y las publicadas hasta el 19 de enero, y me gustaría comentarlas a través de mi experiencia como profesora en general, y en particular que usa las Nuevas Tecnologías.

    Mis alumnos son de Secundaria, y aunque aún no sé los resultados, porque he comenzado hace poco a usar estas herramientas, y espero ver los progresos en este trimestre, lo que sí he observado es que ha contribuido positivamente a la motivación general hacia el estudio, sobre todo a aquellos que más les cuesta (que para empezar, creo que no es poco).

    En mi materia, las Ciencias Sociales, estoy facilitando algunos enlaces de actividades ya elaboradas para que repasen algunos contenidos vistos en clase (por ejemplo, mapas, físicos y políticos, que pueden repasarse con puzzles y otros juegos), de forma que el estudiar esta materia sea mucho más atractiva, y además, contribuir a que el alumno sea consciente de su propio aprendizaje y sus progresos, y que cada uno pueda seguir su ritmo de aprendizaje (por tanto, puede contribuir a atender a la diversidad del alumnado).

    Otra actividad que realicé al final del trimestre pasado, también con alumnos de Secundaria (3º de la E.S.O.) consistió en participar en un concurso de consumo responsable a través de Internet (pasar un panel de juego, por un lado), y por otro, hacer un trabajo en equipo sobre diversos aspectos de consumo ), e igualmente, he observado, simplemente por el hecho del cambio en la dinámica de la clase, un cambio notorio en la actitud de algunos alumnos, que partían de una desmotivación general por cualquier tipo de aprendizaje, que al realizar esta actividad, empiezan a tener interés y ha mejorado su comportamiento (se muestran mucho más colaboradores y educados en general), algunos incluso se han integrado dentro de la clase, y como tienen que investigar, creo que va a contribuir a ayudar a desarrollar su autonomía (capacidad de aprender a aprender), y además, tal y como está planteada la actividad (pues tienen que redactar una historia) va a contribuir al desarrollo de otras competencias básicas como la del lenguaje, y otras no menos importantes como la de la creatividad.

    Aunque todo no es tan fácil e idílico como esperaba: existen todavía algunos problemas para la efectiva implantación de las tecnologías en las aulas. Lo primero, medios materiales (era imposible encontrar aulas disponibles y con estos recursos en general -al menos 20 ordenadores con acceso a Internet-), medios humanos (se necesitaba más de un profesor o con mayor formación o experiencia que yo para solventar los problemas técnicos, atender a las dudas de todos los alumnos y controlar la clase, y que el tiempo fuera provechoso, y no volverse loco, puesto que era muy difícil controlar la clase y que todos terminaran la actividad -además, si unos se estancaban, los del mismo equipo no podían continuar-), y que los alumnos se tomen en serio las actividades (pues alguno que otro se dedicaba a otros menesteres -en cuanto me alejaba de algunos alumnos para atender a otros, aprovechaban para conectarse a un chat o a un blog que tienen los alumnos del instituto-), con lo cual, se pueden imaginar, en el momento, uno acaba afónico, con jaqueca, y un cabreo monumental.

    Además, uno cuenta a otros profesores la experiencia, y la mayoría asienten con la cabeza cuando se comenta que es dificilísimo llevar a cabo esta labor.

    Mi esperanza es que el uso de estas tecnologías se convierta en algo tan habitual en las aulas, que sea vista como una herramienta común del trabajo diario, y no creo que esta iniciativa de empezar con alumnos de tan cortas edades contribuirá enormemente a ello, y deje de ser entendido por los futuros adolescentes y adultos, como sucede en la mayoría de los casos en la actualidad, sólo como medio de entretenimiento y para las relaciones sociales (aunque sea una herramienta muy valiosa en estos aspectos), por consiguiente, que deje de ser algo excepcional, y se convierta en una fiesta en el aula, y se entienda como un medio educativo más.

    Aunque para ello, tienen que implicarse no sólo los educadores, sino también los padres, como figura fundamental para el control del tiempo y del uso que realizan sus hijos de estas tecnologías, y evitar lo que en la noticia posterior recoge, algunas de las consecuencias de su mal uso: adicción, riesgo de acceder o recibir contenidos para adultos, y otros riesgos que no se recogen, como es el del aislamiento social.

    A pesar de estas dificultades, y como conclusión, a falta aún de evaluar los resultados puramente educativos de las distintas actividades, sólo los aspectos ya conseguidos que he comentado, me hacen pensar que ha merecido la pena realizar una actividad así, aunque creo que sería más sencillo y motivador para los docentes si estuvieramos realmente formados para saber llevar a buen fin estas actividades, y si se contaran con mayores medios materiales.

    ResponderEliminar